Las redes sociales son ya las reinas absolutas de la información (por llamarlo de alguna manera) y queda decretado el estado del ‘Todo Vale’, de lo cual se aprovechan los medios digitales para publicar cualquier cosa con tal de que sea antes que la competencia.
Con el terrorismo, y en concreto, con el atentado de Barcelona, así lo hemos visto. Reconozco que, nada más leer la alerta del atentado, no hice más que saltar de un medio a otro con tal de enterarme de nuevos detalles, refrescando la página cada minuto. ¿Qué digo? Cada diez segundos. Pasadas las horas, me pregunté: ¿me ha servido de algo tanta impaciencia? ¿Me he informado mejor por estar presionando el F5 continuamente?
La verdad es que no. Todo lo contrario. Los minutos posteriores al atentado fueron la triste prueba de que en medios digitales teóricamente prestigiosos se publica cualquier rumor, cualquier habladuría, cualquier conjetura. Ponemos un “según algunas fuentes” o un “según testigos presenciales”, y para adelante.
En esos minutos leí que podría haber terroristas armados en el Mercado de la Boquería, que terroristas con armas de largo alcance podrían tener rehenes en un restaurante y perlas de ese estilo. Luego, la realidad demostró que nada de eso (¿de dónde saldría tanta imaginación?). Pero bastó con borrar esas frases de la portada, darle a ‘Actualizar’ en el editor y listo.
Con el mismo estupor observo la cobertura del cierre de la estación de Nimes el sábado por la noche. En este caso, me ha dado tiempo a copiar alguna frase textual de dudosa calidad literaria (por ‘literaria’ también que me refiero a ‘novelesca’), en uno de los grandes medios del país. Aquí va una:
Hubo habido un tiroteo y al parecer uno de los terroristas quedó suelto por la ciudad armado con un fusil de asalto.
Ni fusil de asalto, ni tres terroristas, ni uno suelto por la ciudad ni nada que se le acerque. Pero, como en los momentos posteriores al atentado de Barcelona, nos lavamos las manos con un “la situación es confusa”, “las informaciones son contradictorias” y giros similares. Pero el acabose llegó con:
Estamos a la espera de poder confirmar todo lo sucedido durante las últimas horas.
Mira, lo siento mucho, pero si lo sucedido no está confirmado, entonces no lo publiques. Los medios digitales, si quieren ser un referente informativo, deben ser rigurosos con lo que publican. El hecho de que lo publicado no quede inmortalizado en un papel impreso no puede aprovecharse para juntar palabras sin rigor, sin estar seguro de que lo que se está contando es lo que está pasando de verdad.
Reconozco que me ronda por la cabeza quitarme de leer medios de información inmediata y pasarme al medio escrito, aunque pueda parecer un paso atrás, una vuelta a las cavernas. Pero me da la impresión de que ese tiempo que requiere el cierre de edición es más que necesario para publicar con un mínimo de rigor, para evitarnos el trago de leer bulos edulcorados con atribuciones a terceros. Cada vez me gusta menos [des]informarme así.
Igual me estoy volviendo un carca…
photo credit: Marie-Baeten News Paper via photopin (license)
About the author